Achigúo, alo ri chigüó a lu me tu ri chigüó...a yu ré casi...si o la mi...cooeeneecuuu mii cariii... ooo kuuuu...chila ra mii...♪ Algo así decía el intro de esa serie tan clásica -que todavia pasan, pero ya no es lo mismo- que daban por Caracol a las 8 de la mañana los fines de semana, y la repetian a las 10: Cuentos de los Hermanos Grimm.
Como olvidar esos sábados y domingos hermosos, en los que todavía uno NO se levantaba con ese sinsabor en la boca y vomito seco en la ropa de la rumba anterior, y estaba listo y re despierto en el cuarto de los papás o en la sala o donde estuviera el televisor...para ver esos morracos orientales que bien simples si eran, pero que en serio -en serio- a uno le gustaba ver de corazón.
Yo recuerdo que cuando veía el cuento de Caperucita, Cenicienta y Hansel y Grettel; me decía "esto que...???...asi no es la historia"...sin embargo, con el tiempo las fuí prefiriendo a ellas que a las de Disney...aunque como cinco años después, supe que las versiones de los Grimm eran las propias.
Es que no importaba que el doblaje de todos los capítulos fuera con las mismas voces, que las brujas de los cuentos siempre fueran iguales...que siempre se terminaran casando la plebeya y el principe!...nada!...uno era feliz viendo esos cuentos que solo eran interrumpidos por canciones de Aurelio Cheveroni y Dinodoro.
En el baño del dinosaurio hace falta tener valor...♪ay! que pena pero a mi me gustaba.
Retomando, uno de mis capitulos favoritos era el del Señor Buho. JA! yo soñaba con ser la muchacha que vivía sola en bosque, mantenida por un buho que le daba cosas re caras y se iba cada vez que eran las 6 de la tarde.
Era algo enfermo el final: ver que el buho se casa con la muchacha no era fácil de asimilar...pero a nadie le importaba.
Otro que era muy genial, era el Rey Barbilampiño. La tipica historia de la princesita arrogante a la que le dan su escarmiento. Ush!...es que ver esa evolucion en tan solo 25 minutos, de china mañosa a toda una noble persona es fuerte. La parte que más recuerdo, es cuando se pone a criticar a sus pretendientes...a uno le dice "ese tiene cara de perro bulldog" y ponian una cara de perro en el señor...
o cuando se puso a vender canastas y chucherías y le tumbaron y destrozaron toda la mercancía...y eso cuando uno por fín aprendía a aceptar a la muchacha.
El del zorro de las nueve colas era muy bueno. Haciendo un análisis por encima, con este capítulo puede que surjan hipótesis que expliquen lo extraño de que a algunas mujeres de amor compartido se les llamen zorras.
Ver como se hundía en su propia idiotez el zorro de las nueve colas era una moraleja bastante sabia para los niños de 5 a 18 años que veiamos el programa.......como se hacia el muerto! la gata sirvienta! NO! todo!...ese era un cuento excelente!
El viejo Sultán. Yo no se, de esas historias que son re tiernas, tristes y chistosas a la vez.
El Sastrecillo Valiente, el que mató a siete....(moscas)
Barba Azul, la que tenía que tocar algo muy parecido a la flauta para salvar al marido, el de los acertijos del diablo, el que burlaba al diablo y le hacia trampa...en fin!...muchos eran mis faovritos...de hecho casi ningino NO me gustaba...
Sin embargo, mi preferido en todo el mundo era el de Jorinde y Joringel. Romantico, predescible e impredescible a la vez, cruel y tierno. Y la mejor parte era esta:
Podría escuchar y escuchar y volver a escuchar esta canción por toda mi eternidad.
Posdata: nostálgico.
A Pedrito.